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Hoy he decidido dedicarle un rato a este deber, que es en verdad muy grato, y dejarles saber que la semana pasada se cumplió el Octavo Congreso Nacional de Escritores Latinos de Estados Unidos en el Instituto Cultural Hispánico de Albuquerque. Asistí al mismo motivado por la sugerencia e insistencia de una buenísima amiga que sabía, por experiencia propia, que un encuentro como éste tiene efectos estupendos sobre quien se quiere dedicar seriamente a escribir.
Como es un evento anual, lo comento para que vayamos haciendo planes para asistir al del próximo año.
Básicamente, en este congreso se encuentran unos cincuenta escritores a los que se les da amplio tiempo en relajados desayunos y almuerzos para relacionarse entre ellos y establecer contactos y amistades. Además, tienen los participantes la oportunidad de asistir a talleres en diversos géneros literarios dictados por escritores exitosos y experimentados. Un panel de editores aporta detalles prácticos sobre las complicaciones y dificultades de publicar, y cada participante tiene la opción de entrevistarse con un un editor, un agente y un autor que haya leído su manuscrito y tenga sugerencias de mejora.
También está la posibilidad de leer de la propia obra en público, si se tiene la suerte de que su nombre salga elegido entre la docena de autores a los que se les da cinco minutos de micrófono.
No cabe duda que un congreso de este tipo cumple una importnte función en el fomento de la buena escritura entre los autores hispano o latinos. Hay que tenerlo pressente en los planes de aprendizaje y publicación.
Santiago Daydí-Tolson