A quien corresponda:
Decidí ver lo último que se habia publicado en nuestro blog, pero lamentablemente no ha habido ninguna actividad, desde que Bertica (alias "Hans Sola") hizo el llamado a la participación colectiva de nuestros amigos del Grupo. Mi anotación para acompañar a mi queridísima amiga y evitar que sintiera esa soledad, es la última y hasta la fecha así ha sido.
En vista de ello, he decidido aprovechar el momento para penetrar éste recinto virtual con el propósito de hacerme útil, y para lograrlo, he barrido el piso, despolvé los cuadros de nuestros próceres, quité varias telarañas que osadamente se apoderaron de las esquinas, lavé una taza que aún contenía vestigios de té verde (la que Bertica dejó en su última visita y no alcanzó a lavar y guardar), recogí unos papeles que se habían caído al piso (de unos poemas chuecos que había intentado escribir), y por último, me tocó retocar una porción de la pared oriental a causa de un golpe occidental, producto de un archivo que decidió embestirla por causas aún misteriosas, ya que sus cajones estaban completamente vacíos.
Al salir, dejo sobre la mesita junto a la entrada, una lista de cositas que necesitaremos comprar en el supermercado. Por favor, la siguiente persona en entrar, que tenga la bondad y gentileza de encargarse de eso.
¡Ah, y otra cosita: Asegúrense de apagar la luz al salir!
Hasta luego.
André
Decidí ver lo último que se habia publicado en nuestro blog, pero lamentablemente no ha habido ninguna actividad, desde que Bertica (alias "Hans Sola") hizo el llamado a la participación colectiva de nuestros amigos del Grupo. Mi anotación para acompañar a mi queridísima amiga y evitar que sintiera esa soledad, es la última y hasta la fecha así ha sido.
En vista de ello, he decidido aprovechar el momento para penetrar éste recinto virtual con el propósito de hacerme útil, y para lograrlo, he barrido el piso, despolvé los cuadros de nuestros próceres, quité varias telarañas que osadamente se apoderaron de las esquinas, lavé una taza que aún contenía vestigios de té verde (la que Bertica dejó en su última visita y no alcanzó a lavar y guardar), recogí unos papeles que se habían caído al piso (de unos poemas chuecos que había intentado escribir), y por último, me tocó retocar una porción de la pared oriental a causa de un golpe occidental, producto de un archivo que decidió embestirla por causas aún misteriosas, ya que sus cajones estaban completamente vacíos.
Al salir, dejo sobre la mesita junto a la entrada, una lista de cositas que necesitaremos comprar en el supermercado. Por favor, la siguiente persona en entrar, que tenga la bondad y gentileza de encargarse de eso.
¡Ah, y otra cosita: Asegúrense de apagar la luz al salir!
Hasta luego.
André
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